Bienvenidos a Fotoartis

Este blog nació en octubre de 2007 para aprobar una asignatura. Entonces Fotoartis era un espacio dedicado a la fotografía en general, y muy especialmente a la fotografía artística.
Pero ahora Fotoartis entra en una nueva etapa. Ahora será un blog personal, aunque mantendrá el nombre porque le he cogido cariño.

BIENVENIDOS TODOS. RAY COY.

domingo, 11 de octubre de 2009

Otro 11 de octubre

Llevo bastante sin escribir, en parte por problemas técnicos y en parte por desgana. Lo primero ya se ha solucionado, afortunadamente, porque no ando yo como para perder más tiempo con la tesina por no tener ordenador. Pero lo de la desgana... eso no sé cómo arreglarlo. Hace varios días que quiero volver por aquí pero no me he decidido hasta hoy, 11 de octubre. El año pasado ya conté lo que significa para mí esta fecha y hasta esta mañana pensé que hoy andaría triste por el recuerdo del no-octavo-aniversario. Yo, que me había propuesto acordarme lo menos posible de R. hoy, nada más levantarme me encuentro sobre mi escritorio dos rosas de madera que me regaló (nunca fue muy espléndido conmigo, ni con los regalos ni con nada). Resulta que mi madre había decidido que hoy tocaba limpiar mi cuarto de estudio y había empezado a quitar cosas de las estanterías, entre ellas las rosas. Las vi y sólo sonreí, supongo que eso es una buena señal. Y como me he pasado el día entero limpiando libros y organizándolos, no he tenido demasiado tiempo para comerme la cabeza recordando a R. O lo mismo es verdad eso de que el tiempo lo cura todo y en el fondo sólo me acuerdo de él porque no tengo otro en quien pensar y no porque siga sintiendo algo. Aunque esto último creo que lo voy a poder averiguar pronto porque el jueves tengo cita médica enfrente de su casa :S.
Ahora que ya tengo ordenador escribiré más a menudo, aunque la vida de una doctoranda sin vida social no da para mucho...

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Ordenador, Torquemada... y "el de siempre"

Llevo sin escribir más de un mes por problemas técnicos porque ando sin ordenador. Resulta que a mediados de julio mi portátil decidió poner color en su vida y la pantalla se volvió morada con rayas de colores. Muy mona, sí, pero no se veía una leche. Parece que el problema era la tarjeta gráfica pero los señores del servicio técnico han decidido que como la garantía se me acaba en navidades, se quedan mi ordenador y me devuelven íntegramente (¡!) el dinero que me costó. O lo que es lo mismo, voy a tener un portátil nuevo y me va a sobrar un buen pellizco, así que guardaré ese dinero sobrante para cambiar dentro de un tiempo mi impresora por una láser a color. Alguien diría que no hay mal que por bien no venga, pero, hombre, yo a "mi niño chico" le tenía cariño y salvo el problema de la tarjeta gráfica, por lo demás estaba muy bien y no pensaba comprarme otro ordenador en bastante tiempo. Calculo que en menos de dos semanas ya tendré el ordenador nuevo, así que podré volver a escribir con normalidad (ahora he aprovechado que el ordenador de mis padres se está portando bien y funciona, que no siempre ocurre).
Lo malo de llevar tanto tiempo sin ordenador es que en estos días he leído una decena de libros sobre la Inquisición para mi tesis y tengo un taco considerable de papeles con resúmenes, y todo eso tendré que pasarlo al ordenador :S. ¡Qué mes de septiembre más entretenido voy a tener! Intentar leer toda la documentación que tengo en el menor tiempo posible es peligroso porque si sigo a este ritmo, acabaré afeitándome la cabeza y haciéndome llamar Torquemada.
Y bueno, mi vida no ha dado más de sí en este mes y pico de ausencia. Ah, corrijo, he estado dos sábados en la playa, y el segundo fue bastante accidentado: sombrillas voladoras, marea alta, una ola me tiró y me eché la rodilla abajo... Hacía tiempo que no me reía tanto.
Cuando no me he reído ha sido esta mañana, que he abierto mi correo electrónico y me he encontrado un correo de R. Sí, vuelve a la carga después de ocho o nueve meses sin dar señales de vida. Y lo mejor es que lo que me ha enviado han sido unas fotos que no he querido abrir pero los destinatarios éramos sólo mujeres. Por el asunto parece que son unas fotos de este domingo, de una reunión, supongo. Lo que no entiendo es a qué viene que me las mande a mí, aunque se me ocurren varias opciones: 1) me las ha enviado por error porque me tiene metida en algún grupo de contactos, pero como desde diciembre no me envía nada, la posibilidad del error pierde fuerza; 2) quiere que vea lo feliz que es (hay que ser mamón...); 3) tiene ganas de joder (en los dos sentidos que se os han ocurrido) y me manda el correo para provocar que yo le escriba, a ver si pico y retomamos el contacto; y 4) su vida es una mierda y como dentro de dos semanas cumple 35 y siempre ha odiado cumplir años, quiere que le dé cariño. Quizá haya más posibilidades, pero sea cual sea el motivo de haberme mandado el correo, se va a comer lo mismo que la Madre Pelusa porque no le pienso contestar. Estoy cansada de él y de sus (malos) recuerdos.