Llevo aproximadamente tres horas lloriqueando pero en cambio todos se alegran por mí y me felicitan. ¿Por qué? Pues porque hace un mes solicité, sin muchas ganas, una beca en una institución estatal con sede en Madrid, y esta tarde he visto que tenía un correo diciéndome que me han preseleccionado y tengo que ir a hacer una entrevista el jueves por la mañana.
Y por eso lloro. Estoy atacada, siento miedo, vértigo, estoy aterrada. Y eso que falta una semana y que mis padres se vienen conmigo aprovechando que están de vacaciones. Hombre, yo quería ir de viaje a Madrid para conocer la primera ciudad en la que viví (me vine de allí con año y medio y no he vuelto) pero no así, tan de sopetón y para una entrevista de trabajo.
Si no fuera tan miedosa, supongo que estaría contenta de que me hayan preseleccionado, pero como soy como soy... Uf, a mí Madrid me parece un mundo. Obviamente no me han concedido la beca, pero como lo hagan lo voy a pasar muy mal. Porque una cosa es que yo tenga ganas de irme de mi casa y otra es irme a la gran puñeta. ¿Os acordáis de Paco Martínez Soria cuando llegaba a Madrid con el canasto de mimbre y el pollo asomando la cabeza? Pues yo iré sin pollo y sin canasto pero soy igual de cateta o más. Pues eso, que tengo "el síndrome de Martínez Soria" y además me da por llorar. Menudos días me esperan. Y menudas noches...
1 comentario:
Qué pasó? Cuéntanos.
Besitos y espero q hayas tenido suerte!
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