Pereza. Eso es lo que me ha llevado a no escribir durante tres semanas. No es que mi vida se haya vuelto apasionante ni que haya encontrado trabajo o novio. No, sólo ha sido pereza, sigo parada y soltera.
En estas semanas de ausencia la única novedad en mi vida es que terminé los cursos de doctorado. De estos meses, además de lo entretenida que he estado, parece que sacaré un par de artículos. Algo es algo. Ahora lo que me toca es hablar con mi profesor L. para que me diga si mi tema de investigación le parece viable y si, definitivamente, va a ser mi director. Si me dice que no a alguna de esas dos cuestiones, mi mundo se derrumbará y habré perdido un año porque los cursos de doctorado, por sí solos, no sirven para nada.
Hay muchas cosas de mi vida que tendría que intentar cambiar pero algunas no sólo dependen de mí y para las otras el miedo y la pereza me pueden.
Y de amor mejor ni hablamos... Ya paso de fijarme en nadie y mucho menos ilusionarme. Total, ¿para qué? Mi amigo D. tiene un amigo heavy, soltero, heterosexual y mono que me quiere presentar pero D. pensaba que yo no quería conocerlo y dice que anda dándole largas al muchacho :o. ¡Vamos, vamos! Con esta descordinación no hacemos nada. Pero de todos modos no confío en que nos vayamos a conocer y mucho menos en que si al final D. nos presenta vaya a salir algo de ahí. Total, ¿por qué esta vez tendría que cambiar mi (mala) suerte?
2 comentarios:
No desesperes chiquilla. De todas formas yo no me fio de esos rollos casi a ciegas. Mejor buscar las cosas por uno mismo q nadie mejor q uno para saber lo q le gusta.
Besitos.
el miedo y la pereza te pueden, eres consciente... pues reacciona!! puedes conseguir lo que te propongas pero primero tienes que darte cuenta de lo que vales!!
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