Allá por el año 1935 anduvo en bicicleta por Andalucía, y a primeros de 2006 el Centro de Estudios Andaluces organizó una exposición con aquel trabajo en el Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla. Allí se mostraron algunas de sus mejores imágenes y la muestra fue recopilada y ampliada en el catálogo Pierre Verger. Andalucía 1935. Resurrección de la memoria. Este libro no es una recopilación exhaustiva de todo el trabajo del fotógrafo en Andalucía pero da buena cuenta de lo que hizo en nuestra tierra hace 70 años.
Las fotografías de Andalucía me recuerdan a las de Loty. De hecho son de la misma época, así que el ambiente, el urbanismo y la gente son similares. He seleccionado algunas que me han gustado especialmente. Los pies de foto respetan el título que Verger dio a cada fotografía.
La imagen de la vendedora del mercado de Córdoba posee una gran belleza por el contraste de luz: ella en penumbra, los cántaros blancos por la luz del sol que se adivina a la vuelta de la esquina.
El local que aparece en la siguiente fotografía, el Café de París, actualmente no existe pero seguro que todos hemos pasado por allí e incluso puede que más de uno haya estado comiendo: es el Burguer King de La Campana, concretamente el lado que da para la calle Velázquez.
Pierre Verger: «Semana Santa, Sevilla» (1935)
El paso que aparece en la siguiente fotografía es el Misterio de Las Cigarreras aunque el Cristo que aparece no es el que actualmente procesiona sino el que hizo Gonzalo Bilbao.
Pierre Verger: «Sorbas, Almería» (1935)
Un año antes de visitar Andalucía, Pierre Verger conoció Asia gracias a un contrato como fotógrafo para cubrir la guerra entre Japón y China. Como ya dije al principio, fue un tipo que se pateo medio mundo haciendo fotos. Su vinculación con Brasil, y especialmente con Salvador de Bahía, se produjo casi por casualidad: estaba fotografiando en África, contactó con el director del Instituto Francés del África Negra y éste le concedió una beca para que estudiase los cultos africanos en Bahía. También permaneció varios años en otros lugares de América, como Perú.
Verger decía que en Brasil había renunciado a su lado europeo, se sentía parte de su nueva tierra. Y amó tanto Bahía que se quedó allí a vivir, allí murió y su fundación tiene como sede la que fue su casa. Pierre Verger es un buen ejemplo de que uno no es de donde nace sino de donde se siente como en casa. Y su casa fue Bahía. Al fin y al cabo, Verger era francés por circunstancias, hijo de un belga que se afincó en París, y que lo mismo podría haber ido a otro lugar a vivir.
Si queréis ver más fotografías de Pierre Verger, ya sea de Andalucía o de cualquier otra parte del mundo, podéis visitar la web de su fundación: www.pierreverger.org. Sólo está disponible en portugués (brasileño), inglés y francés aunque el portugués se deja entender.
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